como teresa de Ávila experimentando éxtasis.
Bailan como los sordos epilépticamente sus oídos reemplazados por audífonos industriales.
Siente los temblores que dirigen sus convulsiones conduciendo choques de corriente cerebral.
Juega a dios cortando mezclando fusionando samples drops beats para parir una nueva especie monstruosa contagiosa que te invade y te ama y después se autodestruye como cualquier santo.
El evangelio de embriaguez
profesa las notas
el ritmo redentor te azotagotas de sudor te persignan
bendita sea la hostia de vinilo
el pulso artificial de su propio diseño emana un halo salvador
abriendo sus brazos a armonías resucitadas.
se entrega a la exquisita crucifixión.
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